jueves, 13 de noviembre de 2008

De canto a canto


Zenobio Dagha, rey del huaylarsh, ha muerto
Antonio Muñoz Monge
El lunes 10 de noviembre dejó de existir en el Hospital Regional de Huancayo, a los 88 años de edad el gran músico Zenobio Dagha Sapaico. El miércoles 11 las calles de Huancayo se llenaron con un público que gritaba orgulloso su nombre en medio de orquestas y comparsas que lo despedían cantando y bailando para enterrarlo junto a su esposa en su pueblo, su querido Chupuro, a pedido de este músico inmortal. Zenobio Dagha nació el 4 de abril de 1920 en el distrito de Chupuro, provincia de Huancayo.
A los 5 años de edad tocaba el violín, y pocos años después clarinete, saxo, arpa. Dejó más de 700 composiciones entre huaynos, huaylarsh, mulizas, santiagos, tunantadas, que le dieron miserias como derecho de autor e intérprete. Nuevamente el Perú se encuentra con la otra realidad, la verdadera, no la que mira al extranjero.
Cuando murieron Picaflor de los Andes, Jilguero del Huascarán, Flor Pucarina, Pastorita Huaracina, por mencionar los más representativos artistas andinos, Lima vio con asombro los multitudinarios entierros que llenaron sus calles y nuevamente se preguntaron los que pertenecen al Perú oficial, quiénes son estas personas tan queridas, respetadas y a las que acompañan a su último adiós miles, miles de personas entre canciones y bailes y que nadie las conoce en el entorno de la cultura oficial .
Es el Perú verdadero, todavía negado por una cultura dependiente y de subordinación a la “gran metrópoli” foránea. Zenobio Dagha es autor, entre muchas de sus obras, de: Vaso de Cristal, Casarme quiero, Yo soy huancaino, Hermelinda, Mi Chupuro. Fue considerado Patriarca del Huaylarsh, además de Patrimonio Cultural de la Nación Huanca, premiado por universidades, institutos, municipios.
Sin embargo, el verdadero apoyo a su trabajo creativo nunca llegó. Irónico, cuando pasaba por el Parque de la Identidad Lanka, donde se levanta su monumento de tamaño natural, lo saludaba diciéndole “qué haces ahí, baja, que te falta mucho que hacer”.

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